El 20-N acerca a PSOE y UGT
La adversidad ha provocado que el PSOE y la UGT, o mejor, su candidato Alfredo Pérez Rubalcaba y el sindicato de orientación socialista, miren en la misma dirección. Ambos comparten la misma preocupación sobre el devenir de las políticas sociales y de protección en España si el PP, como vaticinan todas las encuestas, consigue no solo ganar, sino hacerse con la mayoría absoluta. Así se ha puesto de manifiesto en una reunión, solicitada por Rubalcaba, a Cándido Méndez, secretario general de UGT, en la que no quedó la menor duda de que las últimas propuestas de Rubalcaba en materia económica tienen la misma música y casi la misma letra que las soluciones ideadas por UGT.
Fue en 1986 cuando la familia socialista, así se denominaba al PSOE y a la UGT, se rompió de una manera abrupta y traumática por algunas medidas del Gobierno de Felipe González que para la UGT resultaban inadmisibles. Una década tuvo que pasar para que las relaciones se tornaran normales, con algún afecto y cordialidad, pero nunca ya volvieron a ser fraternales y, mucho menos, de unidad de acción.
Así están ahora las cosas, pero el programa del PP y la crisis económica han hecho que el candidato Rubalcaba y el líder de UGT, Cándido Méndez, reivindiquen la intervención de los poderes públicos para reactivar la economía y para pedir a la Unión Europea que aplace sus exigencias temporales de reducción de déficit. De esto hablaron ayer en la sede de UGT sendas delegaciones del PSOE y del sindicato, si bien Rubalcaba introdujo la necesaria defensa de lo hecho por el Gobierno al que ha pertenecido hasta hace un trimestre.
Ahí estuvo y está el punto diferencial entre Rubalcaba y la UGT. Para el sindicato, las políticas de ajuste “no han funcionado”, en tanto que para Rubalcaba “han sido necesarias, han dado resultado y a la vista está que España no se halla en la situación de Italia, y antes en la de Grecia o en la de Portugal”. Cada interlocutor tenía que mantener la coherencia con su actuación, y el PSOE no puede olvidar que UGT convocó una huelga general contra el Gobierno socialista cuando adoptó las medidas de ajuste que la Unión Europea exigió con firmeza y a modo de ultimátum.
Pero ahora es tiempo de que tanto una organización como otra se preparen ante la certeza de que gobernará el Partido Popular y de que quizá tengan que encontrarse en defensa de los mismos intereses y de las mismas políticas. Por otro lado, a Alfredo Pérez Rubalcaba le debió parecer muy bien que Cándido Méndez, con tono sobrio, mostrara su “preocupación” por el programa del PP. Tanto por lo que dice como por lo que no precisa. “Creo que en el programa del PP hay elementos que necesitan claridad y concreción sobre diversas materias, como pensiones, sanidad, educación y protección al desempleo”, señaló Cándido Méndez.
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